Resiliencia y COVID-19

La contingencia sanitaria a causa de la pandemia por COVID-19 nos ha generado mucha incetidumbre a lo desconocido, sensaciones de miedo, angustia y nerviosismo. Esto ha alterado la vida de las personas, al verse vulnerables y tener miedo a enfermarse, lo que ha generado muchas conductas obsesivas, fobias y trastornos psicológicos en millones de personas en el mundo. 

Todas estas situaciones adversas y complicadas nos están invitando a desarrollar nuestra capacidad de resiliencia. Para ello, es vital vivir el confinamiento con otra actitud, reflexionar y darse cuenta que de nosotros depende nuestro bienestar; adaptarnos a estas nuevas formas de convivencia como el usar cubrebocas o máscaras y a tener distanciamiento físico, aún entre nuestros seres queridos es el primer paso para desarrollar la resiliencia en estos momentos. 

Ahora bien, es importante saber que la resiliencia de alguna forma requiere de un esfuerzo cognitivo y una actitud determinada de querer mejorar la situación, parte de un punto de vista realista, reconocer que voy a tener dificultades pero voy a salir fortalecido(a), pero ¿cómo desarrollar nuestro propio bienestar?

“Yo puedo, yo soy, yo tengo”

Nuestro bienestar y felicidad se ha visto afectados por la situación que hoy vivimos, pero según diversos estudios, éstas dependen de tres variables: 50 por ciento proviene de nuestra genética, el 40 por ciento de nuestro comportamiento y sólo el 10 por ciento de la situación que vivimos. 

Si nos damos cuenta solo el 10 por ciento no podría estar superándonos a menos que no hayamos descubierto nuestra capacidad de resiliencia. Todas las personas tenemos la capacidad de sobreponernos a cualquier estímulo adverso, solo falta tener la decisión, la firmeza y creer que puede hacerlo. 

Límite al control, la intolerancia e incertidumbre

Finalmente, si bien no podemos tener la certeza de todo lo que va a pasar ni bajo control todas las cosas y hay que ser conscientes de ello. Por ejemplo, no sé si me voy o no a contagiar y si estoy pensando constantemente en ello me va traer malestar. El que uno quiera manejar las cosas como uno quiere lleva a contrastar con la realidad y confrontarse, las cosas no deben hacerse siempre a nuestra manera o como nosotros creemos.