¿Qué tan peligroso es el COVID-19?

Uno de los problemas con esta nueva epidemia es no sólo que los síntomas de la enfermedad varían mucho, sino que también cambia el tiempo en el que se presentan: en algunos de los infectados los síntomas ocurren a los dos días y en otros hasta los 14. Para dificultar las cosas, en un inicio los pacientes tienen síntomas que pueden confundirse fácilmente con una gripe: fiebre y tos, frecuentemente acompañados de dolor muscular, dolor de cabeza y fatiga. Los pacientes de la tercera edad o aquellos que tienen alguna enfermedad subyacente como la diabetes o la hipertensión pueden presentar dificultades para respirar e incluso necesitar ayuda mecánica para hacerlo. En el peor de los casos la infección resulta mortal.

No hay mucho que hacer ante una infección por el 2019-nCoV, ya que no existen antivirales específicos ni vacunas. Lo que toca a los médicos es mitigar la gravedad de los síntomas y permitir que el sistema inmune de los enfermos combata al patógeno invasor. Aun así, algunos investigadores chinos están probando toda suerte de antivirales para determinar si alguno ayuda, entre ellos los que funcionan contra el virus del ébola. La OMS y muchos investigadores alrededor del mundo están trabajando a contra reloj para desarrollar una vacuna, pero se estima que tardaría al menos un año en estar lista.

Publicado en  Revista ¿Cómo Ves?